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FRONTERA GRECO-MARÍTIMA

DOSSIER PEDAGÒGIC

LESBOS (CATALÀ)

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Maleta pedagògica

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TESTIMONIS

Entrevista a Marion Bouchetel – Legal Centre Lesvos

¿Podrías presentarte y presentarnos tu entidad?

Me llamo Marion Bouchetel, trabajo para el Legal Centre Lesvos. Yo me encargo en particular de la incidencia política y también del litigio estratégico frente a las Cortes Europeas y otros foros internacionales.
En el Legal Centre Lesvos somos un colectivo, más que una organización, que empezó en 2016, al mismo tiempo que el acuerdo entre la EU y Turquía. Somos un equipo de abogados griegos e internacionales, de otros lugares de Europa y Estados Unidos. Tenemos también voluntarios que vienen para tener una formación sobre el proceso aquí y la situación, para ver lo que está pasando y ayudan con el trabajo sobre los casos individuales. Vienen para un mínimo de tres meses para ayudarnos y para que tengamos tiempo de formarlos e informarlos sobre cómo funciona todo aquí. Poco a poco el LCL se ha desarrollado como organización griega; estamos registrados en Grecia como ONG. Tenemos una política de puertas abiertas, es la base de todo el trabajo que hacemos.
En primer lugar, proporcionamos asistencia legal para personas en movimiento que entran en Europa por la ruta del Este mediterráneo. Las preparamos para las entrevistas de asilo y durante todo el proceso de asilo. Entonces ayudamos con los papeles, básicamente.
En el día a día, además de ayuda legal, la gente viene para preguntar ayuda psicosocial, medical, alojamiento, y trabajamos de manera regular con otras organizaciones en la isla que tienen pericio en estos ámbitos. Después de esto, que es la base de todo el trabajo, hacemos incidencia política sobre las condiciones en los campos. Nuestra posición pública es que nadie debería estar forzado a vivir en campos ni en tiendas de campaña, aunque sea de forma temporal.
Aunque no trabajamos dentro del campo de Lesvos, para mantener nuestra independencia y no tener que comprometer nuestro trabajo de incidencia política, la personas en movimiento vienen a nuestra oficina y así tenemos acceso a información de primera mano sobre la situación en el campo.
Elaboramos informes sobre la situación en Lesvos y Grecia de manera regular en nuestra página web y en redes sociales con otras organizaciones también, así como quejas en las cortes griegas, el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos y frente al defensor del pueblo.
También hacemos incidencia política sobre la situación de las devoluciones en caliente y sobre las violaciones de derechos en la frontera greco-turca. Devoluciones en caliente existen desde muchos años, pero empezó a desarrollarse muchísimo y a aumentar desde el año 2020, desde el COVID básicamente, en un periodo en el cual las autoridades griegas, los guardacostas y la policía empezaron a rechazar de manera ilegal a casi todas las personas migrantes que ya han llegado a Grecia.
A partir del 2020, hemos recibido muchos testimonios de víctimas, hicimos informes, y quejas, y al mismo tiempo otras organizaciones también estaban denunciando estas prácticas violentas e ilegales. Hemos participado en varias acciones legales y también campañas para crear atención pública y compartir información sobre este tema.
Recién hubo dos decisiones del tribunal europeo de los derechos humanos reconociendo la práctica de las devoluciones en caliente desde Grecia. El LCL ha llevado varios casos de víctimas de devoluciones en caliente frente al mismo tribunal que están ya en proceso y esperamos que sean decididos pronto.
También el LCL es miembro del “Recording Mechanism”, un sistema de registro de las devoluciones en caliente establecido por la Comisión de los Derechos Humanos de Grecia.
A pesar de las quejas y los informes, todavía no hemos visto ningún cambio en las prácticas sistemáticas ilegales en las fronteras.
La otra cuestión que tratamos es la criminalización de la migración. En Grecia hay unas dos mil personas que están en la cárcel acusadas de ser traficantes de migrantes, es decir de haber facilitado la entrada ilegal de personas en el territorio europeo. La mayoría de estas personas son migrantes que fueron acusados porque estaban supuestamente conduciendo el bote cuando cruzaron, basándose principalmente en evidencia dudosa, ya sea el testimonio de un guardacostas o ninguna evidencia en absoluto. Los abogados del LCL están representando a estas personas que están en la cárcel o que están a punto de ir a la
cárcel por estas acusaciones.
Intentamos también hacer incidencia política sobre los problemas del proceso de asilo.
Como no podemos hacer “nada” solos, después de todos estos años, hemos construido una red importante de personas haciendo el mismo trabajo en otros lugares. Tenemos muchas redes también en España, en Cataluña y en el País vasco. El colectivo está muy conectado con grupos de otras fronteras en Europa. Somos parte de otras redes de abogados también, como el Migreurop, como Border Violence Monitoring Network, como ELDH, European Lawyers Association for Democracy and Human Rights.

¿Cuál es actualmente la situación en la isla?

Como dije antes, el año pasado no hubo tantas llegadas a Lesvos, pero desde la Navidad esto ha cambiado de nuevo. Y ahora nos encontramos en una situación donde hay unas 3.500 personas en el campo de Lesvos. Entonces, nuestro trabajo de ayuda legal del día a día ha empezado de nuevo a ser mucho más intenso.
Actualmente, el proceso de asilo es mucho más rápido que antes, y también hay veces que no tenemos tiempo para ver a las personas antes de su entrevista de asilo, lo cual es el momento más importante para tener información y consejos sobre sus derechos en la entrevista.
Así mismo, las condiciones en el campo no son buenas. Hay todavía gente que está viviendo en tiendas de campaña, igual durante el invierno, hay personas con movilidad reducida que tienen que compartir una tienda de campaña con otras personas, hay niños no acompañados que no tienen un referente legal y están detenidos en el campo sin acceso a la educación o otros servicios esenciales.
Hay muchos menores de edad que llegan a las islas griegas y muchos no están acompañados como deberían bajo la ley griega, tampoco tienen suficientes lugares especializados para alojarlos. Los menores de edad que no tienen plazo en los alojamientos especializados, se quedan en la “zona segura” del campo, pero no es una zona segura, es el lugar que fue utilizado antes para la cuarentena del campo durante el COVID, pero no tiene nada, básicamente. Los encierran allí, y no tienen acceso a los servicios ni a todas las organizaciones.

¿Qué vulneraciones de derechos concretas hay en la isla?

Como dije antes, en la isla hay este problema de vulneración de los derechos de los niños detenidos en el campo o en otros lugares. Las condiciones de vida o supervivencia para todas y todos en el campo de Kara Tepe siguen siendo problemáticas, con malas condiciones, como dormir en tiendas de campaña expuestas a los elementos climáticos durante el invierno, grave falta de seguridad y violencia, acceso limitado a la atención sanitaria, actores médicos y psico-sociales para apoyar a la gente. Aunque no se habla más de los campos de refugiados en Grecia, las vulneraciones graves de los derechos de las personas forzadas a vivir en el campo de Lesvos como en otros lugares en Grecia (los “Closed Controlled Access Centers”) siguen.
También hay problemas de acceso a los procesos de asilo. Las devoluciones en caliente en el mar de personas que ya han llegado a las islas griegas són sistemáticas desde el 2020 y constituyen una vulneración fundamental del derecho griego, europeo e internacional. Esto se suma a la criminalización de los “conductores” de botes persecución y condenas arbitrarias de los migrantes que intentan llegar a lugares más seguros.
Desde 2016, el gobierno griego, empezó a tener medidas con las cuales ciertas nacionalidades están tratadas de manera diferente en el proceso de asilo, en particular los sirios, las personas de Somalia, los afganos, los pakistanís, los bangladesí; aunque ahora ha cambiado para los afganos, que logran tener el estatus de refugiado rápidamente. Pero para las otras nacionalidades, las autoridades griegas consideran que están seguros en Turquía.
Durante estos años muchos fueron rechazados utilizando este pretexto.
Esto sigue siendo un problema para algunas nacionalidades en particular.
Otra cosa que hemos visto y que todavía sigue siendo un grave problema es el acceso al agua y a la comida en el campo para algunas personas en particular. En la ley griega se considera que, si no estás en el proceso de asilo, no puedes tener apoyo del Estado. Y entonces, no dan comida ni agua a las personas que fueron rechazadas más de dos veces en su caso de asilo. Pasa lo mismo para la gente que tiene ya el estatuto de refugiado concedido, los consideran fuera del proceso, y entonces no les dan más acceso a agua y comida, tienen que irse.
Otro problema es que tardan mucho en pagar la ayuda económica asistencial que la gente tiene derecho a tener cada mes. Ahora es el gobierno griego quien ha tomado responsabilidad por este servicio. Antes estaba el ACNUR y desde que el gobierno griego ha empezado a encargarse de esta parte, es un desastre. Antes también había muchos problemas, pero ahora tardan meses y meses en pagar a la gente.
Otro problema es cuando la gente tiene finalmente sus papeles de refugiado, el proceso para poder renovar los papeles es muy largo, toma muchísimo tiempo, sin razones. Tienen que esperar hasta un año entero sin papeles solamente para tener una nueva tarjeta de identidad, un nuevo papel para poder viajar, y durante este tiempo donde la gente está esperando, no tienen todos los derechos que tenían antes, y a veces se arriesgan a ser deportados, es muy problemático.

¿Y cuánto tardan normalmente el proceso de asilo en resolverse?

Normalmente tardan entre un mes y un año. Depende de la situación en la isla, y en particular del número de personas que llegan de sus nacionalidades realmente. Para los afganos, ahora es bastante rápido, igual una o dos semanas para tener una entrevista y el mismo para obtener una decisión. Para los sirios, ahora el servicio de asilo, como en muchos lugares de Europa, ha dejado todos los procedimientos de asilo. Sus casos están simplemente atascados sin decisiones y la gente se queda en el limbo.
Grecia tiene todavía un porcentaje de reconocimiento del estatuto de refugiado y de la protección subsidiaria bastante alto comparado con otros países de la Unión Europea que rechazan a la mayoría de la gente. Pero igualmente hay muchos problemas en el proceso de asilo griego. Durante el año pasado, vimos como de repente el servicio de asilo en Lesvos empezó a considerar que todas las personas de Eritrea, son de Etiopía, y empezaron a cambiar su nacionalidad de manera arbitraria.
Las prácticas y políticas están cambiando continuamente, y regularmente cambia la ley sobre la migración y el asilo también, cada vez es más estricta.

¿Ha cambiado mucho la situación desde la formación del último gobierno?

En 2019 fue el momento en que SYRIZA salió del gobierno y entró Nueva Democracia, un partido de derecha. Y claro, hubo muchísimos cambios, cambios de leyes especialmente.
Desde este momento, las personas que piden asilo son llamadas “migrantes irregulares” en todo el espacio público y todas las leyes se han vuelto más estrictas. Desde este cambio, los derechos de los solicitantes de asilo y los refugiados en Grecia se han visto drásticamente atacados.

¿Cuál es el perfil, entendiendo que hay muchas personas que llegan a la isla, más común?

Es difícil dar un perfil en particular porque cambia todo el tiempo, pero en los últimos años, la mayoría de la gente viene de Afganistán, o son afganos de Irán. Hay muchos somalíes, personas de Sudán, de Yemen, de Palestina y de Siria. Hay muchas personas también de África Subsahariana.
Y luego muchas familias en general, es la impresión que tengo. Hay también muchos niños no acompañados, muchos jóvenes.
Muchas personas que han salido de situaciones políticas complicadas en sus países, que tenían que irse para poder sobrevivir. Hay muchos casos también de mujeres que han sufrido MGF.

¿Cómo está actualmente la situación de criminalización en las organizaciones que estáis en Lesvos?

Ahora mismo no estamos tan preocupados como en otros tiempos. La presión sobre organizaciones o colectivos como nosotros que están en la frontera, que ahora estamos en primera línea, sigue, pero no es tan alta como la que había en los últimos años.
Pero el rescate marítimo ha desaparecido, o sea, ha sido criminalizado desde el 2020. No hay más operaciones de rescate de la sociedad civil en el mar, no hay sociedad civil haciendo una primera ayuda cuando llega la gente a la playa o a la montaña. Ahora la gente que llega a la isla llama organizaciones como el LCL, porque tienen miedo de estar rechazados, de ser víctimas de devoluciones en caliente.
Hubo tiempos en los cuales la presión en declaraciones públicas del gobierno, de oficiales del gobierno, se dirigía activamente contra a organizaciones como la LCL. En los últimos años hemos desarrollado protocolos detallados para asegurar que podemos dar ayuda legal a gente que haya llegado a Grecia pero que todavía no está registrada, de manera segura para ellos y para nosotros también. Ahora las cosas están un poco más tranquilas, si puedo decir, en el sentido que también este trabajo de ayuda legal lo hemos normalizado para la gente que llega y que no están registradas.
Para apoyar a los solicitantes de asilo recién llegados, que todavía no fueron registrados, trabajamos en colaboración con otras organizaciones, como MSF, para prevenir las devoluciones en caliente. Con esto logramos hacer nuestro trabajo en seguridad por ahora, porque quién sabe si cambiará de nuevo.
Nosotros vemos nuestro trabajo y los riesgos que tenemos como riesgos secundarios, es decir, la única razón por la que estamos potencialmente criminalizados es porque las personas que apoyamos, los migrantes mismos, tienen el riesgo mayor y principal de estar criminalizados. Igual hay un riesgo para nosotras, pero somos abogados, tenemos redes, tenemos soporte. Por esto queremos enfocarnos en combatir la
criminalización de la migración, que es el principal problema.
Formamos parte de una red que se llama “Captain Support Network”, que está intentando asegurarse de que todos los migrantes que están criminalizados en diferentes países bajo la ley de tráfico ilícito de migrantes, tengan ayuda legal. También hacen campañas e intentan recaudar fondos para pagar a las organizaciones y abogados que ayudan.

¿Por último, cómo crees que puede evolucionar la situación? ¿Cómo querrías que evolucionase?

Bueno, nosotros esperamos que, en primer lugar, las autoridades griegas dejen las devoluciones en caliente.
Con muchas otras organizaciones hemos intentado denunciar estas prácticas ilegales, para que enfrenten sus responsabilidades y que dejen estos crímenes. Al mismo tiempo, lo que vemos es que igual que a nivel nacional, en Europa todo se mueve progresivamente a la derecha.
Parece que todo va a ser más estricto y restringido. En Lesvos, las autoridades han construido un nuevo centro de detención masivo gracias a millones de euros de la Unión Europea en el medio del bosque y de la isla. Todavía esta cárcel llamada “Vastria” no está abierta, pero sabemos que, si abre, va a ser utilizada como unos de los centros de deportaciones más grande de la EU. Para nosotros es muy preocupante, aun no tenemos muchas novedades sobre cuándo se abrirá y cómo será, pero ese es el riesgo más grande en la isla para el futuro.
También hay perspectivas positivas para el futuro, y más que nunca es importante quedarse en resistencia con estos planes y políticas anti-migración. Quedamos esperanzadas de que la migración deje de ser el tema más instrumentalizado en Europa y que la gente sea tratada de manera correcta.
Políticamente luchamos para la libertad de movimiento, y como abogados, creemos que todavía es importante luchar por los derechos que quedan. Por ejemplo, para que las personas refugiadas accedan a su derecho a la reunificación familiar.

 Frontera Greco-marítima

INFORME

LESBOS: DESMANTELLAMENT DEL DRET D’ASIL A LES FRONTERES D’EUROPA

DOSSIER PEDAGÒGIC

LESBOS

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CASTELLANO

 Frontera Greco-marítima

TESTIMONIS

Entrevista a Marion Bouchetel – Legal Centre Lesvos

¿Podrías presentarte y presentarnos tu entidad?

Me llamo Marion Bouchetel, trabajo para el Legal Centre Lesvos. Yo me encargo en particular de la incidencia política y también del litigio estratégico frente a las Cortes Europeas y otros foros internacionales.
En el Legal Centre Lesvos somos un colectivo, más que una organización, que empezó en 2016, al mismo tiempo que el acuerdo entre la EU y Turquía. Somos un equipo de abogados griegos e internacionales, de otros lugares de Europa y Estados Unidos. Tenemos también voluntarios que vienen para tener una formación sobre el proceso aquí y la situación, para ver lo que está pasando y ayudan con el trabajo sobre los casos individuales. Vienen para un mínimo de tres meses para ayudarnos y para que tengamos tiempo de formarlos e informarlos sobre cómo funciona todo aquí. Poco a poco el LCL se ha desarrollado como organización griega; estamos registrados en Grecia como ONG. Tenemos una política de puertas abiertas, es la base de todo el trabajo que hacemos.
En primer lugar, proporcionamos asistencia legal para personas en movimiento que entran en Europa por la ruta del Este mediterráneo. Las preparamos para las entrevistas de asilo y durante todo el proceso de asilo. Entonces ayudamos con los papeles, básicamente.
En el día a día, además de ayuda legal, la gente viene para preguntar ayuda psicosocial, medical, alojamiento, y trabajamos de manera regular con otras organizaciones en la isla que tienen pericio en estos ámbitos. Después de esto, que es la base de todo el trabajo, hacemos incidencia política sobre las condiciones en los campos. Nuestra posición pública es que nadie debería estar forzado a vivir en campos ni en tiendas de campaña, aunque sea de forma temporal.
Aunque no trabajamos dentro del campo de Lesvos, para mantener nuestra independencia y no tener que comprometer nuestro trabajo de incidencia política, la personas en movimiento vienen a nuestra oficina y así tenemos acceso a información de primera mano sobre la situación en el campo.
Elaboramos informes sobre la situación en Lesvos y Grecia de manera regular en nuestra página web y en redes sociales con otras organizaciones también, así como quejas en las cortes griegas, el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos y frente al defensor del pueblo.
También hacemos incidencia política sobre la situación de las devoluciones en caliente y sobre las violaciones de derechos en la frontera greco-turca. Devoluciones en caliente existen desde muchos años, pero empezó a desarrollarse muchísimo y a aumentar desde el año 2020, desde el COVID básicamente, en un periodo en el cual las autoridades griegas, los guardacostas y la policía empezaron a rechazar de manera ilegal a casi todas las personas migrantes que ya han llegado a Grecia.
A partir del 2020, hemos recibido muchos testimonios de víctimas, hicimos informes, y quejas, y al mismo tiempo otras organizaciones también estaban denunciando estas prácticas violentas e ilegales. Hemos participado en varias acciones legales y también campañas para crear atención pública y compartir información sobre este tema.
Recién hubo dos decisiones del tribunal europeo de los derechos humanos reconociendo la práctica de las devoluciones en caliente desde Grecia. El LCL ha llevado varios casos de víctimas de devoluciones en caliente frente al mismo tribunal que están ya en proceso y esperamos que sean decididos pronto.
También el LCL es miembro del “Recording Mechanism”, un sistema de registro de las devoluciones en caliente establecido por la Comisión de los Derechos Humanos de Grecia.
A pesar de las quejas y los informes, todavía no hemos visto ningún cambio en las prácticas sistemáticas ilegales en las fronteras.
La otra cuestión que tratamos es la criminalización de la migración. En Grecia hay unas dos mil personas que están en la cárcel acusadas de ser traficantes de migrantes, es decir de haber facilitado la entrada ilegal de personas en el territorio europeo. La mayoría de estas personas son migrantes que fueron acusados porque estaban supuestamente conduciendo el bote cuando cruzaron, basándose principalmente en evidencia dudosa, ya sea el testimonio de un guardacostas o ninguna evidencia en absoluto. Los abogados del LCL están representando a estas personas que están en la cárcel o que están a punto de ir a la
cárcel por estas acusaciones.
Intentamos también hacer incidencia política sobre los problemas del proceso de asilo.
Como no podemos hacer “nada” solos, después de todos estos años, hemos construido una red importante de personas haciendo el mismo trabajo en otros lugares. Tenemos muchas redes también en España, en Cataluña y en el País vasco. El colectivo está muy conectado con grupos de otras fronteras en Europa. Somos parte de otras redes de abogados también, como el Migreurop, como Border Violence Monitoring Network, como ELDH, European Lawyers Association for Democracy and Human Rights.

¿Cuál es actualmente la situación en la isla?

Como dije antes, el año pasado no hubo tantas llegadas a Lesvos, pero desde la Navidad esto ha cambiado de nuevo. Y ahora nos encontramos en una situación donde hay unas 3.500 personas en el campo de Lesvos. Entonces, nuestro trabajo de ayuda legal del día a día ha empezado de nuevo a ser mucho más intenso.
Actualmente, el proceso de asilo es mucho más rápido que antes, y también hay veces que no tenemos tiempo para ver a las personas antes de su entrevista de asilo, lo cual es el momento más importante para tener información y consejos sobre sus derechos en la entrevista.
Así mismo, las condiciones en el campo no son buenas. Hay todavía gente que está viviendo en tiendas de campaña, igual durante el invierno, hay personas con movilidad reducida que tienen que compartir una tienda de campaña con otras personas, hay niños no acompañados que no tienen un referente legal y están detenidos en el campo sin acceso a la educación o otros servicios esenciales.
Hay muchos menores de edad que llegan a las islas griegas y muchos no están acompañados como deberían bajo la ley griega, tampoco tienen suficientes lugares especializados para alojarlos. Los menores de edad que no tienen plazo en los alojamientos especializados, se quedan en la “zona segura” del campo, pero no es una zona segura, es el lugar que fue utilizado antes para la cuarentena del campo durante el COVID, pero no tiene nada, básicamente. Los encierran allí, y no tienen acceso a los servicios ni a todas las organizaciones.

¿Qué vulneraciones de derechos concretas hay en la isla?

Como dije antes, en la isla hay este problema de vulneración de los derechos de los niños detenidos en el campo o en otros lugares. Las condiciones de vida o supervivencia para todas y todos en el campo de Kara Tepe siguen siendo problemáticas, con malas condiciones, como dormir en tiendas de campaña expuestas a los elementos climáticos durante el invierno, grave falta de seguridad y violencia, acceso limitado a la atención sanitaria, actores médicos y psico-sociales para apoyar a la gente. Aunque no se habla más de los campos de refugiados en Grecia, las vulneraciones graves de los derechos de las personas forzadas a vivir en el campo de Lesvos como en otros lugares en Grecia (los “Closed Controlled Access Centers”) siguen.
También hay problemas de acceso a los procesos de asilo. Las devoluciones en caliente en el mar de personas que ya han llegado a las islas griegas són sistemáticas desde el 2020 y constituyen una vulneración fundamental del derecho griego, europeo e internacional. Esto se suma a la criminalización de los “conductores” de botes persecución y condenas arbitrarias de los migrantes que intentan llegar a lugares más seguros.
Desde 2016, el gobierno griego, empezó a tener medidas con las cuales ciertas nacionalidades están tratadas de manera diferente en el proceso de asilo, en particular los sirios, las personas de Somalia, los afganos, los pakistanís, los bangladesí; aunque ahora ha cambiado para los afganos, que logran tener el estatus de refugiado rápidamente. Pero para las otras nacionalidades, las autoridades griegas consideran que están seguros en Turquía.
Durante estos años muchos fueron rechazados utilizando este pretexto.
Esto sigue siendo un problema para algunas nacionalidades en particular.
Otra cosa que hemos visto y que todavía sigue siendo un grave problema es el acceso al agua y a la comida en el campo para algunas personas en particular. En la ley griega se considera que, si no estás en el proceso de asilo, no puedes tener apoyo del Estado. Y entonces, no dan comida ni agua a las personas que fueron rechazadas más de dos veces en su caso de asilo. Pasa lo mismo para la gente que tiene ya el estatuto de refugiado concedido, los consideran fuera del proceso, y entonces no les dan más acceso a agua y comida, tienen que irse.
Otro problema es que tardan mucho en pagar la ayuda económica asistencial que la gente tiene derecho a tener cada mes. Ahora es el gobierno griego quien ha tomado responsabilidad por este servicio. Antes estaba el ACNUR y desde que el gobierno griego ha empezado a encargarse de esta parte, es un desastre. Antes también había muchos problemas, pero ahora tardan meses y meses en pagar a la gente.
Otro problema es cuando la gente tiene finalmente sus papeles de refugiado, el proceso para poder renovar los papeles es muy largo, toma muchísimo tiempo, sin razones. Tienen que esperar hasta un año entero sin papeles solamente para tener una nueva tarjeta de identidad, un nuevo papel para poder viajar, y durante este tiempo donde la gente está esperando, no tienen todos los derechos que tenían antes, y a veces se arriesgan a ser deportados, es muy problemático.

¿Y cuánto tardan normalmente el proceso de asilo en resolverse?

Normalmente tardan entre un mes y un año. Depende de la situación en la isla, y en particular del número de personas que llegan de sus nacionalidades realmente. Para los afganos, ahora es bastante rápido, igual una o dos semanas para tener una entrevista y el mismo para obtener una decisión. Para los sirios, ahora el servicio de asilo, como en muchos lugares de Europa, ha dejado todos los procedimientos de asilo. Sus casos están simplemente atascados sin decisiones y la gente se queda en el limbo.
Grecia tiene todavía un porcentaje de reconocimiento del estatuto de refugiado y de la protección subsidiaria bastante alto comparado con otros países de la Unión Europea que rechazan a la mayoría de la gente. Pero igualmente hay muchos problemas en el proceso de asilo griego. Durante el año pasado, vimos como de repente el servicio de asilo en Lesvos empezó a considerar que todas las personas de Eritrea, son de Etiopía, y empezaron a cambiar su nacionalidad de manera arbitraria.
Las prácticas y políticas están cambiando continuamente, y regularmente cambia la ley sobre la migración y el asilo también, cada vez es más estricta.

¿Ha cambiado mucho la situación desde la formación del último gobierno?

En 2019 fue el momento en que SYRIZA salió del gobierno y entró Nueva Democracia, un partido de derecha. Y claro, hubo muchísimos cambios, cambios de leyes especialmente.
Desde este momento, las personas que piden asilo son llamadas “migrantes irregulares” en todo el espacio público y todas las leyes se han vuelto más estrictas. Desde este cambio, los derechos de los solicitantes de asilo y los refugiados en Grecia se han visto drásticamente atacados.

¿Cuál es el perfil, entendiendo que hay muchas personas que llegan a la isla, más común?

Es difícil dar un perfil en particular porque cambia todo el tiempo, pero en los últimos años, la mayoría de la gente viene de Afganistán, o son afganos de Irán. Hay muchos somalíes, personas de Sudán, de Yemen, de Palestina y de Siria. Hay muchas personas también de África Subsahariana.
Y luego muchas familias en general, es la impresión que tengo. Hay también muchos niños no acompañados, muchos jóvenes.
Muchas personas que han salido de situaciones políticas complicadas en sus países, que tenían que irse para poder sobrevivir. Hay muchos casos también de mujeres que han sufrido MGF.

¿Cómo está actualmente la situación de criminalización en las organizaciones que estáis en Lesvos?

Ahora mismo no estamos tan preocupados como en otros tiempos. La presión sobre organizaciones o colectivos como nosotros que están en la frontera, que ahora estamos en primera línea, sigue, pero no es tan alta como la que había en los últimos años.
Pero el rescate marítimo ha desaparecido, o sea, ha sido criminalizado desde el 2020. No hay más operaciones de rescate de la sociedad civil en el mar, no hay sociedad civil haciendo una primera ayuda cuando llega la gente a la playa o a la montaña. Ahora la gente que llega a la isla llama organizaciones como el LCL, porque tienen miedo de estar rechazados, de ser víctimas de devoluciones en caliente.
Hubo tiempos en los cuales la presión en declaraciones públicas del gobierno, de oficiales del gobierno, se dirigía activamente contra a organizaciones como la LCL. En los últimos años hemos desarrollado protocolos detallados para asegurar que podemos dar ayuda legal a gente que haya llegado a Grecia pero que todavía no está registrada, de manera segura para ellos y para nosotros también. Ahora las cosas están un poco más tranquilas, si puedo decir, en el sentido que también este trabajo de ayuda legal lo hemos normalizado para la gente que llega y que no están registradas.
Para apoyar a los solicitantes de asilo recién llegados, que todavía no fueron registrados, trabajamos en colaboración con otras organizaciones, como MSF, para prevenir las devoluciones en caliente. Con esto logramos hacer nuestro trabajo en seguridad por ahora, porque quién sabe si cambiará de nuevo.
Nosotros vemos nuestro trabajo y los riesgos que tenemos como riesgos secundarios, es decir, la única razón por la que estamos potencialmente criminalizados es porque las personas que apoyamos, los migrantes mismos, tienen el riesgo mayor y principal de estar criminalizados. Igual hay un riesgo para nosotras, pero somos abogados, tenemos redes, tenemos soporte. Por esto queremos enfocarnos en combatir la
criminalización de la migración, que es el principal problema.
Formamos parte de una red que se llama “Captain Support Network”, que está intentando asegurarse de que todos los migrantes que están criminalizados en diferentes países bajo la ley de tráfico ilícito de migrantes, tengan ayuda legal. También hacen campañas e intentan recaudar fondos para pagar a las organizaciones y abogados que ayudan.

¿Por último, cómo crees que puede evolucionar la situación? ¿Cómo querrías que evolucionase?

Bueno, nosotros esperamos que, en primer lugar, las autoridades griegas dejen las devoluciones en caliente.
Con muchas otras organizaciones hemos intentado denunciar estas prácticas ilegales, para que enfrenten sus responsabilidades y que dejen estos crímenes. Al mismo tiempo, lo que vemos es que igual que a nivel nacional, en Europa todo se mueve progresivamente a la derecha.
Parece que todo va a ser más estricto y restringido. En Lesvos, las autoridades han construido un nuevo centro de detención masivo gracias a millones de euros de la Unión Europea en el medio del bosque y de la isla. Todavía esta cárcel llamada “Vastria” no está abierta, pero sabemos que, si abre, va a ser utilizada como unos de los centros de deportaciones más grande de la EU. Para nosotros es muy preocupante, aun no tenemos muchas novedades sobre cuándo se abrirá y cómo será, pero ese es el riesgo más grande en la isla para el futuro.
También hay perspectivas positivas para el futuro, y más que nunca es importante quedarse en resistencia con estos planes y políticas anti-migración. Quedamos esperanzadas de que la migración deje de ser el tema más instrumentalizado en Europa y que la gente sea tratada de manera correcta.
Políticamente luchamos para la libertad de movimiento, y como abogados, creemos que todavía es importante luchar por los derechos que quedan. Por ejemplo, para que las personas refugiadas accedan a su derecho a la reunificación familiar.

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